ECOLOGISTAS EN ACCIÓN CELEBRA UNAS JORNADAS EN SIERRA BERMEJA PARA SOLICITAR QUE EL ENTORNO SE DECLARE PARQUE NACIONAL
Suelos de Peridotitas rojos por oxidación de los componentes férricos
La actividad de ayer consistió en un recorrido de dos horas por los Reales de Sierra Bermeja (Estepona, Genalguacil y Casares) en un entorno rodeado por el pino negral bético endémico de las sierras béticas, así como el pinsapar de Los Reales, único en el mundo sobre este tipo de rocas. Los pinsapares son exclusivos de las provincias de Málaga y Cádiz.
Pinsapar
Y ahora os ofrecemos una descripción de la ruta senderista explicativa que realizamos.
Para iniciar este paseo nos situamos en el Puerto de Peñas Blancas, a 1010 m. de altitud, en la carretera MA-536 de Jubrique a Estepona. De dicho puerto parte una carretera asfaltada que se dirige a Los Reales de Sierra Bermeja. Nuestra ruta comenzó por el camino de Los Reales, desde el comienzo con explicaciones de Felipe Román, coordinador de la campaña Sierra Bermeja Parque Nacional.
En los próximos tres kilómetros de subida y entre el pinar, aparecieron los primeros pinsapos que crecen a la sombra de otras especies como el madroño; de esta manera alcanzamos en una pronunciada curva, el Paseo de los Pinsapos.
Abandonamos la carretera y nos adentramos en el ya tupido bosque de pinsapos, perteneciente al término municipal de Genalguacil. Después de un corto paseo llegamos a la Plazuela de los Pinsapos, donde un mosaico con una poesía alegórica al árbol, del genial poeta andaluz Federico García Lorca, pone fin al Paseo de los Pinsapos.
Plazuela de los Pinsapos
Desde este punto cresteamos hacia Los Reales, antes de cumbrear, nos sorprendieron los restos de una fortaleza medieval. Las panorámicas sobre el Mediterráneo, el Atlántico y las costas de África son increibles en días claros.
Ya en la cumbre de Los Reales a 1450 m. sobresalen las antenas de telecomunicaciones como una prolongación metalonatural del bosque.
El domingo día 14 de marzo, Ecologistas en Acción celebró unas Jornadas Técnicas en Sierra Bermeja y en el Pinsapar de Los Reales, en donde se explicó a los más de 40 participantes los valores geobotánicos de la zona, las especies endémicas, y todo lo relacionado con la propuesta que desde Ecologistas en Acción se hace a las administraciones, la declaración de este entorno como Parque Nacional.
Esta asociación continúa con la Campaña de Sierra Bermeja Parque Nacional para que el conjunto de la formación de peridotitas (sierras rojas o bermejas) que se extiende desde Los Reales de Estepona y Genalguacil, hasta Sierra Real de Istán.
Esta asociación continúa con la Campaña de Sierra Bermeja Parque Nacional para que el conjunto de la formación de peridotitas (sierras rojas o bermejas) que se extiende desde Los Reales de Estepona y Genalguacil, hasta Sierra Real de Istán.
Suelos de Peridotitas rojos por oxidación de los componentes férricosRomulea
Flor del Pino Negro
Cistus Populifolius
Lithodora prostrata
La actividad de ayer consistió en un recorrido de dos horas por los Reales de Sierra Bermeja (Estepona, Genalguacil y Casares) en un entorno rodeado por el pino negral bético endémico de las sierras béticas, así como el pinsapar de Los Reales, único en el mundo sobre este tipo de rocas. Los pinsapares son exclusivos de las provincias de Málaga y Cádiz.
Pinsapar
Para iniciar este paseo nos situamos en el Puerto de Peñas Blancas, a 1010 m. de altitud, en la carretera MA-536 de Jubrique a Estepona. De dicho puerto parte una carretera asfaltada que se dirige a Los Reales de Sierra Bermeja. Nuestra ruta comenzó por el camino de Los Reales, desde el comienzo con explicaciones de Felipe Román, coordinador de la campaña Sierra Bermeja Parque Nacional.
Andamos por la carretera, que en su inicio muestra un cartel indicador de que penetramos en el Paraje Natural de Los Reales de Sierra Bermeja, lo que nos invita a extremar las precauciones en tan frágil espacio.
En los próximos tres kilómetros de subida y entre el pinar, aparecieron los primeros pinsapos que crecen a la sombra de otras especies como el madroño; de esta manera alcanzamos en una pronunciada curva, el Paseo de los Pinsapos.
Abandonamos la carretera y nos adentramos en el ya tupido bosque de pinsapos, perteneciente al término municipal de Genalguacil. Después de un corto paseo llegamos a la Plazuela de los Pinsapos, donde un mosaico con una poesía alegórica al árbol, del genial poeta andaluz Federico García Lorca, pone fin al Paseo de los Pinsapos.
Plazuela de los PinsaposDesde este punto cresteamos hacia Los Reales, antes de cumbrear, nos sorprendieron los restos de una fortaleza medieval. Las panorámicas sobre el Mediterráneo, el Atlántico y las costas de África son increibles en días claros.
Ya en la cumbre de Los Reales a 1450 m. sobresalen las antenas de telecomunicaciones como una prolongación metalonatural del bosque.
A continuación, bajamos por la senda o por la carretera hacia las instalaciones del área recreativa, donde entá el refugio Agustín Lozano y donde comimos todos los participantes de la actividad.
El camino donde se ubican dichas instalaciones tiene por nombre Paseo de Haenseler y Prolongo, este primero dio a conocer al botánico Boissier, la existencia del pinsapo; además, Haenseler observó en estas sierras y dio a conocer a la ciencia, el descubrimiento del meloncillo, única mangosta europea. Boissier vio por primera vez los pinsapos en Sierra Bermeja, dicho acontecimiento es recordado en una placa conmemorativa, que ademas cuenta con el busto esculpido del botánico suizo.
Después del merecido descanso el último tramo consistió en bajar por la carretera hasta el Puerto de Peñas Blancas donde nos esperaba el autobus para llevarnos de vuelta a casa.
Por último recordaros que con esta propuesta de Parque Nacional, se protegería más de 20.000 hectáreas de formación de las rocas denominadas peridotitas, uno de los mayores afloramientos continuo y el mejor expuesto de todo el mundo.
El camino donde se ubican dichas instalaciones tiene por nombre Paseo de Haenseler y Prolongo, este primero dio a conocer al botánico Boissier, la existencia del pinsapo; además, Haenseler observó en estas sierras y dio a conocer a la ciencia, el descubrimiento del meloncillo, única mangosta europea. Boissier vio por primera vez los pinsapos en Sierra Bermeja, dicho acontecimiento es recordado en una placa conmemorativa, que ademas cuenta con el busto esculpido del botánico suizo.
Después del merecido descanso el último tramo consistió en bajar por la carretera hasta el Puerto de Peñas Blancas donde nos esperaba el autobus para llevarnos de vuelta a casa.
Por último recordaros que con esta propuesta de Parque Nacional, se protegería más de 20.000 hectáreas de formación de las rocas denominadas peridotitas, uno de los mayores afloramientos continuo y el mejor expuesto de todo el mundo.
Fotografías: Itziar López y Miguel A. Gómez.
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