lunes, 16 de mayo de 2011

Taller de germinados y usos alimenticios de semillas

Desde el grupo DECRECIMIENTO MÁLAGA de Ecologistas en Acción, en nuestra serie mensual de talleres prácticos para reducir nuestro consumo y VIVIR MEJOR CON MENOS, propusimos el sábado 14 de mayo reflexionar sobre la alimentación sana y nutritiva a través del consumo de germinados.

También reflexionamos sobre la importancia de decrecer en la alimentación, ya que el consumo de carne es insostenible para el medio ambiente, por la cantidad de recursos naturales (pastos, agua) y energía necesaria para su elaboración, mientras los germinados son alimentos que no necesitan ningún aporte de energía pues no necesita ninguna transformación mecánica para su consumo. Por su cantidad de nutrientes y proteinas vegetales son los sustitutos ideales a las proteinas animales.








En la jornada se trataron los siguientes temas:

El proceso de germinación de semillas y taller práctico de cómo germinar.


Fases de la germinación:
Remojo
Crecimiento
Consumo

1.Remojo

¿En qué consiste?
Establecer las condiciones para que las semillas absorban agua, se hinchen y despierten, pasando del estado durmiente a activar sus procesos vitales.

En la práctica:
Dejar las semillas sumergidas en agua fría el tiempo necesario (normalmente una noche).
Hay que tener en cuenta que algunas semillas aumentan mucho su tamaño, por lo que deberemos utilizar un recipiente suficientemente grande (tarro, olla) y cubrirlas con un volumen de agua al menos 3 o 4 veces superior.


2. Crecimiento

¿En qué consiste?

Esta es la fase más importante, más larga, y que requiere más cuidados y atención.
Para crecer a gusto, las semillas necesitan:

Aire: una vez germinadas, las semillas son seres vivos y necesitan respirar, deben tener a su alrededor un espacio de aire, y que éste se renueve con cierta frecuencia.

Humedad: debe mantenerse siempre alta para que las semillas no se sequen.
Temperatura: depende del tipo de semilla, pero la temperatura ambiente de una casa suele ser adecuada. Normalmente cuanto más alta es la temperatura, más rápido será el crecimiento.

(Luz): ciertas semillas pueden desarrollar clorofila en la última fase de su germinación, para ello las expondremos a la luz solar, pero siempre indirecta.

En la práctica:

Una vez han transcurridas las horas necesarias (por la mañana si las pusimos en remojo al acostarnos), enjuagamos bien las semillas y las sacamos con ayuda de un colador. A partir de este momento, el proceso es el siguiente:

1. Enjuagar...
Hay que enjuagar las semillas por lo menos una o dos veces al día y después de cada enjuague, escurrirlas bien. El enjuague sirve para mantener la humedad y limpiar las semillas.

2. Escurrir...
Evitar que quede agua en el fondo del recipiente. Es importante que estén bien escurridas para que no se “ahoguen”.

3. Dejar crecer...
Las colocamos en el recipiente para germinar.
El recipiente puede estar a la luz, pero nunca con sol directo.

↻ repetir los pasos 1,2 y 3 ↺

En unos días, los brotes habrán alcanzado el tamaño adecuado para consumirlos.



El recipiente para germinar:

Puede ser un tupper de fondo plano, o un recipiente de cristal.

Es importante:

- Que no se acumule agua en el fondo: podemos dejarlo inclinado, de forma que el agua escurra a la parte baja y las semillas queden arriba.
- Que tenga tapa: para mantener la humedad y que no entren moscas ni polvo.
- Que la tapa no esté cerrada herméticamente: para que pueda renovarse el aire.



Problemas frecuentes:

Semillas “ahogadas”:
Síntomas ➜ las semillas están empapadas, pegadas entre sí y no germinan .
Causa ➜ ocurre especialmente con semillas pequeñas, que suelen quedarse en el fondo del recipiente.
Solución ➜ después de cada remojo hay que escurrir las lo mejor posible.

Contaminación por moho y/o bacterias:
Síntomas ➜ mal olor (bacterias), moho (no confundir con los pelos de las raíces)
Causa ➜ suele producirse cuando no hay suficiente ventilación.
Solución ➜ el recipiente que utilicemos no debe estar cerrado herméticamente.

Sequedad:
Síntomas ➜ las semillas dejan de crecer y están mustias.
Causas ➜ demasiada ventilación y/o pocos remojos. Hay que tener cuidado especialmente cuando la temperatura ambiente es alta, porque habrá más evaporación.
Solución ➜ remojar y escurrir frecuentemente, reducir la ventilación en el recipiente de germinación (poner una tapa).



3. Consumo

Descascarillado:
Es una fase opcional, las cáscaras o envolturas de las semillas no contienen muchos nutrientes, sino principalmente fibra. Los germinados comerciales suelen estar descascarillados, porque tienen mejor aspecto y se conservan mejor.
Para descascarillar, sumergimos los germinados en un recipiente grande (p.ej, una olla), la mayoría de las cáscaras flotarán, mientras que la semillas sin germinar caerán al fondo. Recogemos con cuidado los germinados y los ponemos a escurrir.

Conservación:
En el frigorífico, los germinados siguen creciendo muy lentamente y pueden aguantar en este estado varias semanas. Antes de meterlos en el frigo, es importante que estén bien escurridos: cuanta menos agua tengan, mejor se conservarán.



Tipos de semillas

No todas las semillas se pueden consumir germinadas, bien porque las mismas semillas son tóxicas o porque la planta adulta es tóxica: por ejemplo las semillas de solanáceas no son comestibles (tomate, pimiento, etc.)

Las más fáciles de germinar son las semillas grandes, como garbanzos y lentejas. Se pueden germinar en cualquier tarro de cristal.

Las semillas pequeñas (alfalfa, mostaza, rábano, quinoa...) son más difíciles, porque suelen apelmazarse con el agua y se escurren peor.

Las semillas mucilaginosas (lino, berro, chía...) al humedecerse forman una capa gelatinosa y muy pegajosa alrededor. Las de este tipo no se pueden germinar con este método, pero pueden plantarse y recoger las plantitas.

Algunos frutos secos pueden germinarse: pipas de girasol y calabaza, almendra, cacahuete... por supuesto deben estar crudos.

Se puede hacer una mezcla de semillas con tiempos de remojo y crecimiento parecidos, como por ejemplo: alfalfa, fenogreco y mostaza.








- Taller práctico de usos uso alimentario de la soja: elaboración de leche de soja, tofu y pan de soja

Ingredientes:
100g de habas secas de soja blanca.
1,5l de agua .
1 cucharada sopera rasa de nigari .

Elaboración:

1º -Poner en remojo 100gr de habas de soja secas (blanca) durante 24 horas (es como para hacer garbanzos pero más tiempo pq la soja es muy dura.)

2º-Tras el remojo de las habas de soja se les pone un poco mas de agua y se trituran hasta que quede bien fino.

3º-Luego se pone en una olla con el resto del agua (1,5 litros para 100gr de habas de soja) a cocer , que hierva unos 20 minutos (ojo que es como la de vaca y tiene a desbordarse)

4º-Después se cuela con un colador de tela y lo que queda en el colador es la ocara (con la ocara se pueden hacer hamburguesas vegetales y otras cosillas)

5º-Tras colarla se pone otra vez al fuego hasta que hierva. Cuando hierva se aparta! y se le echa el nigari (1 cucharada sopera rasa de nigari disuelta en agua por cada litro y medio ,que es lo que llevaríamos) se le da una vueltecita y se tapa.

6º-Se deja 20 minutos para que el nigari haga su efecto.
Mientras puedes preparar el molde poniéndole la gasa o si lo vas a hacer en un colador de tela.

7º-Se echa al molde y empezará a soltar agua por los agujeritos.
Esperas 1 hora más o menos y ya tendrá cuerpo como para taparlo con la gasa y ponerle la tapa con el peso.

8º-Con el peso se queda 1 o 2 horas depende de lo firme que lo quieras (nunca queda tan firme como el que venden,pq es el tipo nube.) y al frigo.
Al día siguiente ya se puede cocinar.










1 comentario:

  1. Mi hijo nos invitó a pasar el dia con el y me olvidé por completo del taller. Me hubiera encantado participar , se ve que estuvo de más.

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